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Ahora a leer, disfrutar y comentar:
La película AB
Desde que era un niño muy pequeño hasta ahora a mis veinte años fui AB. Al
principio no entendía que me pasaba, luego con el tiempo y navegando por
internet descubrí este maravilloso mundo. Pasaba horas leyendo historias en los
foros y viendo imágenes y películas. Pero lo cierto es que aunque me reconozco
como adult baby jamás tuve la valentía de usar pañales o cualquier otro
instrumento de bebe.
Recuerdo pasar largos ratos parado frente a la góndola de pañales en los
supermercados. Incluso de estar cerca de llevarme un paquete pero el miedo me
ganaba siempre.
Lo único que me interesaba era lo AB, no estudiaba o trabajaba, solo
navegaba por internet en busca de nuevas historias e imágenes. Claro que esta
situación comenzaba a alarmar e impacientar a mis padres.
Una de esas noches en que me quedaba hasta tarde colgado de la web, vi un
anuncio donde se hacía un casting masculino para un portfolio de tipo AB. Por
un momento lo dude, pero al fin me animé y llené el formulario con mis datos. Mis
manos temblaban y sudaban por los nervios. Al final adjunté una foto como
pedían y envié todo por correo electrónico.
Pasaron los días y las semanas sin respuesta por lo cual pensé que no había
sido seleccionado, lo cual me apenó pero seguí con mi vida. Poco tiempo después
recibí un mail con un remitente desconocido. Al leerlo descubrí que había sido seleccionado
y me convocaban para hacer una prueba de cámara.
El día llegó y le dije a mis padres que iba a una entrevista de trabajo lo
cual los alegró. Camino allí no podía creer lo que estaba por hacer, pero
estaba invadido de una gran adrenalina.
Al arribar me encontré con una joven y apuesta fotógrafa que me recibió con
una sonrisa y mucha amabilidad
-Soy Paula. Soy la encargada de hacer las fotografías.
-Ahh… -apenas atiné a balbucear con la cara roja de vergüenza.
-Me doy cuenta de que es tu primera vez en esto ¿no? –exclamó entre risas.
-La verdad que sí.
-No te preocupes haré todo lo posible para que te sientas cómodo, para que
te sientas todo un bebe –me guiñó un ojo en forma picara.
Ingresamos a la habitación donde sería la sesión, era una habitación típica
de bebe, había una cuna, un mueble cambiados en el cual había una pila de
pañales y algo de talco, también había juguetes de todo tipo. Aquella simple
imagen hizo que se me acelerara el corazón.
-Bien –dijo Paula después de unos segundos –empecemos. Ponte esto –me alcanzó
un bolso y me señaló una habitación para cambiarme.
Entré al lugar indicado y revisé el bolso, había un enorme pañal blanco, un
bodi de color azul, un chupete y un babero.
Con las manos temblorosas me puso toda la ropa, el simple hecho de estar en
contacto con el pañal hizo que mis piernas se aflojaran, su textura era
irresistible.
Salí con un poco de vergüenza, Paula aguardaba afuera, al verme soltó una
risita cómplice.
-Vamos a arrancar, ponte allá –me miró –espera.
Se acercó y me examinó de cerca.
-El pañal está un poco flojo.
-Ah lo lamento.
-No sucede nada yo te ayudo.
-No es necesario –dije con la cara roja.
-No es nada –sonrió.
Me hizo recostar sobre un cambiador plástico, desabrochó el bodi y ajustó
un poco más el pañal, luego volvió a abrochar el bodi, esas simples acciones me
hizo sentir un verdadero bebe.
La sesión de fotos se inició después de aquello y consistió en ir
poniéndome en distintos lugares y posiciones típicas de bebe.
Algunas imágenes fueron tomadas conmigo recostado sobre el suelo tomándome
los pies. Otras subido a un caballito de madera de mi tamaño, algunas más
recostado en la cuna y otras tomando la mamadera. Aunque al principio estaba
muy nervioso, me fui soltando de a poco y al final reconozco que las fotos
salieron de lo más natural y se obtuvo el resultado buscado, mi cara se veía
poco por lo cual sabía que nadie me descubriría.
AL final Paula me reconoció que se sintió muy cómoda conmigo y para mí fue
igual. Cobré lo acordado y me retiré.
Me sentía muy bien había hecho lo que soñaba y más e incluso había ganado
dinero.
Tres días después recibí un llamado de Paula, me preguntaba si me
interesaba un nuevo trabajo, el actor se les había caído y necesitaban
desesperados un remplazo. Sin dudarlo respondí que sí y me dirigí al mismo
lugar de la última vez.
Al arribar me encontré con Paula y otro hombre.
-Qué suerte que viniste –exclamó ella -.Él es Hernán el camarógrafo.
-¿Camarógrafo?
-Sí, perdón con el apuro no te expliqué. Esto no es una sesión de fotos es
un corto.
-Ahh- me rasqué la cabeza nervioso –y de que trata.
-Es muy simple tu parte. Solo debes ir haciendo lo que te indiquemos. Es la
historia de un adult baby y su mamá.
-¿Quien hace de mamá?
-Bueno eso también se complicó, así que Hernana va a filmar yo haré de
mamá.
Cuando oí eso mi corazón se detuvo, aquella hermosa mujer iba a ser mi
mami, no lo podía creer y por supuesto no dude en decir que sí.
Antes de empezar la filmación la consulté si debía cambiarme la ropa.
-No –me explicó con una sonrisa -.Todo se va a filmar debo ser yo quien te
cambie. Mi corazón volvió a acelerarse, no sabía como pero de alguna manera todos
mis sueños se estaban cumpliendo.
Al fin empezó la película, la trama era que Paula y yo éramos hermanos pero
mi papel era de una persona inmadura. Describiré la película tal cual fue:
Paula y yo ingresamos a la habitación, ella me llevaba de la mano, mientras
mis pantalones iban mojados.
-¡Has sido un niño muy malo! –me retó, me mantuve cabizbajo -.Ven aquí.
Me colocó sobre su regazo me bajó los pantalones y me dio fuertes
nalgueadas en la cola, yo actuaba que lloraba como si fuera un niño pequeño.
-¡Si quieres portarte como un bebe, así te trataré! -continuó con el reto.
En ese momento yo debí fingir que protestaba por el trato y cuando lo hice.
-No te quiero escuchar –exclamó ella y me colocó un chupete en la boca.
Me hizo recostarme sobre un cambiador plástico. Allí terminó de quitarme
los pantalones y el resto de la ropa. No sé cómo estaba en ese momento pero
sentía mi cara arder así que imaginé que estaba rojo de vergüenza, sin embargo
Paula continuaba con la misma naturalidad de siempre.
Tomó un enorme pañal blanco, me levantó los pies y los desplegó debajo de mí,
para luego abrocharlo a la altura de mi cintura.
-Listo quieres ser un bebe, usa pañales como bebe –seguía actuando que
estaba enojada.
Me hizo incorporarme con una mano y mientras yo estaba sentado en el suelo,
fue armando a mi lado un corralito. Una vez que estuvo listo colocó unos
juguetes.
-Ahí tienes un montón de juguetes de bebe, así que juga bebito.
Tal cual estaba guionado tiré los juguetes contra la pared y me crucé de
brazos.
-Ah veo que seguís siendo un bebe caprichoso.
Ingresó al corralito y otra vez me dio nalgueadas.
-¿Vas a ser un buen bebe, ahora? –siguió dándome golpes.
-¡Sí! ¡Sí! –grité.
-Bien.
Una vez más colocó los juguetes en el corralito y los tomé y luego actué
que comenzaba a interesarme.
-Mami va a preparar la comida.
Paula salió de escena y allí hicimos un corte.
-Está saliendo todo muy bien –me felicitó la mujer.
-Si –respondí apenado ya que ella no paraba de ver mi pañal.
-Te ves muy tierno –reconoció al fin.
-No te burles –le pedí.
-No lo hago, lo digo en serio, me das mucha ternura, pareces todo un bebe.
Mis piernas temblaron al oír aquellas palabras. Luego de unos pocos minutos
comenzamos con el rodaje nuevamente.
-Esta es la parte más importante, ¿crees que vas a poder hacer popo como
dice el guión? –preguntó Paula.
-Yo creo que sí, el tema es que me da pena, que vos tengas que limpiarme.
-Jajajajaja, que no te de pena, a mí no me molesta, ya te dije para mi sos
un tierno bebito.
Dicho esto siguió la película.
Mi mami me tomó de la mano y me hizo subir a una sillita alta. Puso el
barral de protección, ató un babero en mi cuello y con una cuchara plástica me
dio de comer una papilla y luego concluyó con una gran mamadera cargada de
leche tibia.
Y al fin llegó el gran momento debía embarrar el pañal de verdad.
Aún en la silla empecé a hacer fuerza pero no lograba nada.
-Bebito ¿estás haciendo lo que creo? –dijo Paula con un gran tono maternal.
Esa simple frase hizo que mis intestinos se aflojaran y expulsé todo el
popo que tenía que enseguida se desparramó en el pañal, como estaba pactado
comencé a llorar.
-Oh ya bebito, mami esta acá –me calmó mi mami.
Me sacó de la silla y me recostó en el cambiador plástico y se predispuso a
cambiarme los pañales. Me limpió toda la colita con toallitas húmedas, me roció
de talco, me abrochó un nuevo pañal y por último me colocó un bodi.
-Ven, bebito.
Una vez más tomado de su mano, me recostó en la cuna puso un móvil en
movimiento y me dio un beso de buenas noches.
-Sabes ya no me voy a enojar cuando actúes de forma infantil, porque en el
fondo siempre vas a hacer un bebe y yo siempre voy a ser tu mami –exclamó y
fingí dormirme.
La película finalizó allí, me felicitaron por mi trabajo y me despedí. A
partir de aquel momento me transformé en modelo adult baby y de lo cual vivo en
la actualidad. Cuando hay una película Paula siempre se transforma en mi mami y
yo en su tierno bebé.
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