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martes, 30 de agosto de 2016


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Ahora a leer, disfrutar y comentar:



El gran castigo

Si alguien me preguntara como era Silvio les tendría que responder terriblemente insoportable, era el típico chico arrogante y desesperante.

¿Cómo es que lo sé? Muy simple yo soy su hermano menor y objeto principal de sus burlas y cargadas, no me tenía piedad a la hora de avergonzarme. Todo empeoró cuando comencé a tener un problema de incontinencia durante las noches y mojaba mis sabanas. En aquellos fatídicos momentos en que debí comenzar a usar pañales él no perdía oportunidad alguna para humillarme en público. El maltrato era tal que había llegado al límite y creí que enloquecería, hasta que mi mamá tuvo una brillante idea.

-Solo espera que vuelva a decirte algo y entonces tendrá su merecido castigo –me explicó.

Y así fue ambos estuvimos a la expectativa  de un nuevo insulto, hasta que sucedió. Como siempre Silvio se rio de mí que al despertar noté que había mojado el pañal.

Silvio no paraba de burlarse y reírse, hasta que ingresó mi madre.

-¿Así qué te causa gracias ver que tu hermano mojó el pañal? Pues bien vamos a ver que dicen los demás cuando a ti te pase lo mismo.

-¿De qué estás hablando, mamá? –exclamó el joven confundido.

-De esto –la mujer le mostró un pañal -. Ésta será tu ropa por un mes.

-¡¡¡¿Queeeeé?!!!

-Lo que oíste. Éste va a ser tu castigo y empieza ahora mismo.

Silvio nervioso comenzó a reír pensando que todo se trataba de una broma, pero al ver que mi madre no hacía la más mínima mueca y de que lo que decía era verdad, se puso tan nervioso que sin darse cuenta se hizo pipi encima. En tan solo unos segundos tenía toda su ropa mojada y a su alrededor un enorme charco de color amarillento.

-¡¡¡Hay pobrecito, mi bebé. Él también se moja los pantalones, pero lo hace despierto, por lo tanto va a tener que usar pañales continuamente y no solo por las noches!!! –se burló mi mamá. 

Silvio estaba tan atónito con los últimos acontecimientos que ni siquiera se percató cuando mamá le quitó toda la ropa y le ajustó un enorme pañal blanco, luego le puso un calzón de plástico para sujetarlo mejor y a éste le colocó un candado de manera que le fuera imposible quitárselo.

-P…pero ma… -balbuceó mi hermano.

-Nade de peros, ahora cámbiate o vas a llegar tarde a la escuela.

Yo no podía parar de reír, al fin recibiría el castigo que tanto merecía.

-Chau, bebito  -bromeé con malicia.

Si mamá hubiera terminado su castigo allí mismo, yo hubiera estado más que complacido sin embargo ella tenía pensado llevarlo hasta la últimas consecuencias. 

Cuando Silvio apareció en la cocina para el desayuno no pude evitar volver a reír a carcajadas, llevaba su uniforme escolar pero aun así en su pantalón se notaba un enorme y abultado pañal.

Pesé a las críticas, mi mamá hizo caso omiso y le ordenó que se sentará y desayunara, mi hermano obedeció y lo que recibió de comida fue una enorme mamadera y plato de papilla.

-¿¡Qué esto es el colmó!? ¡No voy a tomar esto! –gritó.

-¿Cómo qué no? Si sos un bebito, y los bebés toman mamadera.

Silvio volvió a abrir la boca para protestar pero la enorme mamadera que mi mamá le metió en la boca le hizo imposible seguir hablando, luego de eso, le puso un babero y jugando “al avioncito” le hizo comer toda la papilla. Mi hermano simplemente fue cediendo dándose cuenta de que mi madre no cambiaría de opinión.

-Bien es hora de ir a la escuela –exclamó terminado el desayuno.

-¡P… pero mamá yo no puedo ir así! –gritó rojo de la vergüenza Silvio y mostrando que el pañal se le notaba.

-Nade de pero, a la escuela.

Obviamente mi hermano y no vamos a distintos cursos aun así supe que fue objeto de burlas todo el día. Al regresar por la tarde lo hicimos caminando, no obstante yo sentía un mal olor, hasta que recordé que mi mamá le había colocado al pañal de mi hermano un candado, por lo tanto debe de haber hecho pipí y popo todo en su pañal, que a estas altura debía estar súper cargado y a punto de explotar.

Al llegar a casa mis sospechas resultaron ser ciertas, ya que lo primero que hizo Silvio fue acercarse a mamá y susúrrale algo al oído.

-No te preocupes bebé, ahora mami te cambia –respondió ella con dulzura y acariciándole el cabello.

Y así fue, lo recostó en un cambiador de plástico y le quitó el pañal sucio, que como había pensado no solo rebalsaba de pipi sino que estaba además lleno de popo. Mi madre lo limpió con toallitas húmedas y le volvió a colocar un pañal y el calzón de plástico.

-Mamá ya aprendí la lección por fa… -empezó por decir él. Pero mi mamá lo calló colocándole un chupete en la boca.

-El castigo es por un mes, más te quejas, más se prolongará –le respondió con delicadeza.

Frente a tales palabras mi hermano se dio cuenta de que no tenía otra escapatoria más que aceptar y que el tiempo transcurra lo más rápido posible. Cosa que obviamente no sucedió: imagínense todos los días desayunar una mamadera y papilla (sin contar el babero que siempre le ponía). Ir a la escuela con pañal y volver con el mismo cargado al máximo de pipi y popo (y mi madre a veces a propósito lo dejaba largo rato con ese pañal y lo hacía sentarse para que el popo se desparramara más).

Y el resto del día tampoco era fácil ya no se podía bañar solo sino que lo hacía mi mamá. Si quería distraerse no podía jugar con los videojuegos sino que debía hacerlo con peluches o libros para colorear. El poco tiempo que podía pasar frente a la TV debía ver programas para bebés. La ropa que usaba era todo de su talla pero bien típicas de bebés. Y el remate de todo esto fue que por las noches dormía en una cuna especialmente armada para él y no se podía dormir sin que antes mi mamá le leyera un cuento y pusiera a andar el móvil.

 Así transcurrió un largo mes y finalmente el castigo terminó. Pero al haber pasado tanto tiempo con pañal era ahora Silvio el que debía usarlos durante todo el día ya que no podía controlar su pipí, así que aunque terminado el castigo debió continuar usando pañales.

Aun así su cambio de actitud fue notable. Todo por que recibió el peor castigo que podía imaginar, pasar un mes entero como bebé.



5 comentarios:

  1. Amo este blog.. son super lindos los cuentitos..

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  2. Anie tiene razon
    Esto es para anie:
    Por q lees esto???

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    Respuestas
    1. No quiero ser chismoso pero a mí me gustan las historias adbl

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  3. Yo tengo mucha curiosidad de saber como se siente usar pañal ,usar chupete, ser tratada como la mas tierna bebe y comer papicha y una mamadera

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