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comentar.
Alicia en el
país de los maravillosos pañales
Alicia era una
soñadora niña de once años. Todo el tiempo se la pasaba imaginando historias o
leía cuanto libro de fantasía encontraba
Una mañana de
domingo se acomodó junto a un gran árbol para continuar con una lectura
iniciada el día anterior. Poco a poco un gran sueño la invadió y le pareció
bien tomar un descanso, cerró el libro y los ojos, y cayó en un profundo sueño.
No estaba segura
cuanto tiempo transcurrió cuando un sonido la despertó. Abrió sus ojos y debió
pestañar varias veces hasta creer lo que veía, frente a ella estaba parado un
conejo con chaleco y un reloj de mano.
-¡Ya es tarde,
bebita! –exclamó.
-¿Cómo dice?
–preguntó aún confundida.
-Ya es tarde,
ya es tarde, bebita -repitió.
Y con gran
velocidad se metió por el agujero del árbol. Alicia inspeccionó el hoyo que
hasta ese momento había ignorado, pero al hacerlo una fuerza extraña la atrajo
hacia adentro. Cayó varios metros hasta que poco antes de llegar al suelo aterrizó
sobre una gran flor que amortiguó su caída.
Se encontraba
en una gran habitación circular, pero todo era de diminuto tamaño, sobre una de
las paredes se hallaba una pequeña puerta, la única forma de salir de ahí pero,
le era imposible pasar debido a sus dimensiones.
Alicia miró en
otra dirección y vio una mesa y sobre ella n frasquito con la palabra bébeme.
La niña obedeció
y consumió todo el contenido. En cuestión de segundos su cuerpo empezó a
encogerse. Salió, con muchas dificultades, de entre su vestido que había
permanecido del mismo tamaño. Se halló en un mundo raro completamente desnuda.
Miró a un lado y a otro hasta que divisó algo que la podía cubrir. Se acercó y
descubrió que era lo que pensaba: un pañal, un gran pañal de bebé. No quería ponerse
algo tan ridículo pero tampoco quería estar desnuda. Tomó un tarro de talco que
había allí también, y se roció su colita y sus partecitas para no irritarse, y
luego con muchas dificultades intentó colocarse el pañal, lo cual consiguió
luego de muchos pruebas. Cubriéndose con sus manos su pecho salió por la puerta
vista anteriormente.
Afuera se
encontró con un hermoso jardín de grandes flores, y en medio una gran mesa de
té, en la que se hallaba el conejo y además un hombre con un enorme sombrero y
un gato.
Alicia vio
sobre una silla un gran vestido azul. Sin dudarlo se arrojó sobre él y se lo
colocó. Era muy infantil, con voladitos, dibujitos y además no llegaba a ser lo
suficientemente largo como para cubrir el gran pañal.
El conejo la invitó
a la mesa. Pero cuando Alicia se iba a sentarse, el hombre del sombrero la detuvo.
-En esa silla
no, en aquella –señaló.
Alicia vio que
lo que le indicaban era una silla alta de bebé. No quiso contradecirlo y obedeció.
Al sentarse todo escucharon un ruido similar al de la bolsa de plástico que
hacía el pañal de la niña.
Cuando Alicia
quiso tomar una taza de té nuevamente la detuvieron. Le colocaron un babero y
le alcanzaron una mamadera. La niña aún asustada por la situación no se negó y bebió
el contenido. A los pocos minutos sintió como sus intestinos se movían a gran
velocidad y sin poder evitarlo expulsó gran cantidad de popo. Pudo sentir como
el este seguía saliendo y saliendo y al mismo tiempo se aplastaba y se esparcía
por todo el pañal. El olor se sintió por toda la mesa.
-Creo que le
bebita que tenemos entre nosotros, ya ensució su pañal –sentenció el hombre del
sombrero.
El gato hizo
desaparecer la silla y en su lugar apareció un mueble cambiador, el conejo le
quitó el pañal lleno de popo, la limpió con toallitas húmedas, la roció con
talco y le colocó un nuevo pañal. Cuando Alicia iba a preguntar algo se lo
prohibió colocándole un chupete en la boca.
El cambiador
desapareció y apareció un corralito lleno de juguetes.
-Pero miren que
linda bebita conseguimos.
-¡No soy un
bebé! -se quejó Alicia enojada.
-Claro que sí,
y serás nuestro bebé para siempre, te harás popo y pipi siempre en tu pañal.
-Claro que no.
-Sí.
El hombre
casqueó los dedos y Alicia no pudo contener su pipi a tal punto que el pañal quedó
al borde de explotar, la niña se puso roja de vergüenza.
-¿Ves que sos
una bebita?
-N…no
–respondió con menos determinación.
-Sí, lo sos.
Nuevamente
chasqueó los dedos y en esta ocasión Alicia se volvió a hacer popo, tal
cantidad que se le escapaba por los costados del pañal.
-Bebita,
bebita, bebita –repetían sus hostigadores.
La vejiga y el esfínter
de Alicia ya no tenían control, aunque la niña no estaba segura si era por la
magia del hombre o por tanta vergüenza y humillación que estaba recibiendo.
La niña intentó
escapar del aquel retorcido mundo, pero se le hacía difícil moverse rápido
llevando a cuestas un pañal a punto de explotar. Por su parte los tres
comensales seguían repitiendo:
-Bebita,
bebita.
O también:
-Hay que cambiarle
los pañales, hay que cambiarle los pañales.
Alicia alcanzó
la puerta de salida, pero del otro lado ya no existía la habitación que había
visto, sino que se asemejaba a un cuarto de bebé.
El hombre del
sombrero chasqueó los dedos y Alicia apareció sobre un caballito de madera que
la mecía. Con cada movimiento se podía ver como el pañal correaba el popo.
Un nuevo
chasquido y fue a parar a un andador que se movía solo y la trasladaba de un lugar
a otro de la habitación. Alicia sentía como el popo en su pañal seguía
aplastándose más y más contra su colita.
Un nuevo
chasquido y apareció acostada sobre un cambiador, con todo listo para un nuevo
cambio de pañales. Pero en ese momento su vejiga volvió a soltar pipi y el
pañal no pudo más y estalló… literalmente.
Alicia se
despertó por el sonido, miró a su alrededor y vio que se encontraba apoyada en
el árbol y con el libro sobre s regazo. Se frotó los ojos y se dispuso a volver
a su casa. Pero en el camino se cruzó con un conejo, al solo verlo su vejiga
falló y se empapó completamente, es que nunca olvidará el sueño en el que un
hombre con sombrero, un gato y un conejo la convirtieron en una tierna bebita.
Hola podrias hacer uno de un chico de entre 15 o 16 años que no quiere ser un bebe y lo obligan y le meten una enema
ResponderEliminarOk, amigo. Lo tenemos en cuenta, gracias por seguirnos
EliminarDisculpa,me preguntaba si aceptan historia de fans
ResponderEliminarNo, amigo. Eso lo haciamos con la pagina de facebook. Acá por un tema de orden solo publicamos netras propias historias, nada más
EliminarHas una historia como esta pero que sea larga y que sea un chico y también no solo pañales sino también le pongan vestido
ResponderEliminarOk, amigo
EliminarHola por favor pueden hacer un cuento de un sissy baby
ResponderEliminarHola te sigo en facebook, podrías hacer uno de Creepypastas, de Jeff The Killer
ResponderEliminarHola pueden ASER una mayoría de un chico que era normal y que su mamá lo obliga a usar pañal : 3
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