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martes, 16 de junio de 2020


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Ahora sí, a leer, disfrutar y comentar.

La alumna y el bebé

Hoy voy a contar como cambió mi vida. Toda la vida amé dos cosas: la docencia y ser AB.
Desde luego ambas cosas no van de la mano o ¿sí? Ésta es mi historia.
Luego de un día agobiante en la escuela, regresé a mi casa. Agotado inicié mi transformación en bebé. Me quité mi espantosa ropa de adulto, me recosté sobre un pañal abierto, me rocié con talco y lo cerré con fuerza a la altura de mi abdomen.  Me vestí con un body, babero y para finalizar me coloqué mi chupete.
Me preparé una mamadera de leche tibia, y la bebí mientras miraba dibujos animados. Al rato llené el pañal de pipí, adoraba esa sensación de dejar salir el pipí, y que el pañal lo absorba, y más me gustaba sentir el pañal bien pesado.
Como era mi costumbre, me tomé fotos para subirlas a mis redes sociales secretas. Y así lo hice. La noche avanzó y tomé una última foto, cansado no leí bien y sin querer la envié al grupo de whatt app de mis alumnos. Cuando me percaté era tarde para borrarla.
Desesperado intenté encontrar una solución, lo más fácil fue explicar que me hakearon la cuenta. Los directivos me creyeron o quisieron hacerlo. Los alumnos por su parte no paraban de burlarse a escondidas, y en poco tiempo me transformé en el hazme reír de la escuela. Durante las noches me era imposible dormir.
Necesitado de descanso, me pedí licencia. Me la pasaba todo el día en pañales y chupándome el dedo. Paradójicamente aquello era lo que me había causado problemas, pero era lo único que me generaba cierta paz.
Una mañana recibí una inesperada visita. Se trataba de una alumna mía. Me sorprendí.
-Hola -me saludó algo tímida.
-¿Qué haces acá?
-Entonces le gusta usar pañales y hacer de bebé.
Molesto por las continuas burlas, exploté.
-¡Sí! –grité -. Así que adelante búrlate.
-No es eso lo que quiero.
-¿Qué? –inquirí confundido.
-Quiero cuidarlo, cuidarte como un bebé.
-Es una burla ¿no?
-No –respondió con tranquilidad, y me mostró una enorme bolsa de farmacia llena de cosas de bebés, entre ellas pañales - ¿Empezamos? –con la cara roja de la vergüenza.
-O… ok –respondí casi sin pensarlo.
Como si fuera la dueña de la casa, me guio hasta mi cuarto llevándome de la mano. Allí me pidió que me desvistiera, mientras ella desplegaba un gran pañal blanco sobre la cama. Me recosté en él, y me perdí en la suavidad de aquel hermoso pañal. Sentir su textura en mi piel me llenaba de gozo. Sofía, mi alumna, roció con talco mi colita y mis partes, luego cruzo el pañal por entre mis piernas y lo cerró con fuerza a la altura del abdomen.
Para continuar con mi trasformación me colocó un bodi verde de mi colección, guantes en las manos y botas tejidas en los pies, ató un gran babero en mi cuello, y me colocó un chupete en la boca.
-Ahora sí eres un bebé -Me miró como un artista observa su obra de arte -. Mi bebé -aclaró.
-Sí, mami-balbuceé algo avergonzado aún.
-Ahora vamos a merendar, y más vale que dentro de poco ese pañal esté lleno de pipi y popo –me dijo al tiempo que me daba unos ligeros golpecitos en la entrepierna.
Para comer me preparó un papilla de banana. Me dio de comer jugando al avioncito. En ocasiones adrede me manchaba para asemejarme más a un bebé y eso a mí me encantaba. Terminado me limpio con el babero que tenía atado en el cuello. Después me recostó en su regazo, y me dio de beber una enorme mamadera llena de leche tibia, succioné como todo un bebé, y me acabé el contenido en breves minutos.
Finalizado me abrazó y me dio ligeros golpecitos en la espalada para ayudarme a eructar.
Jugamos un buen rato.
-¿Dónde está, mi bebito? ¿Dónde está? –exclamaba al tiempo que se tapaba los ojos.
Me encantaba la forma que me trataba, a pesar de su juventud era una verdadera mami. No quería interrumpir la diversión, pero comencé a sentir leves movimientos en mi estómago y con los minutos se transformaron en dolorosos cólicos. Sofía debió notar mi malestar porqué exclamó con una mueca de tristeza.
-¿Te duele la pancita, amorcito? –Apenas asentí con la cabeza -. Debe ser el laxante que te puse en la mamadera. Puse bastante porque quiero mucho popo en ese pañal. Amo limpiar colitas sucias.
Realmente no quería hacer aquello tan humillante frente a la joven, pero no tuve opción los dolores y las ganas de hacer popo aumentaron. En un momento de debilidad sentí como salía toda la caca. El pañal se volvió terriblemente pesado, al punto que debí sujetarlo de los costados para que no se caiga, sentía mi cola pegajosa, y la sala apestaba.
-Ahora sí te hiciste popo –me dijo mi “mami” y me dio ligeros golpecitos en la cola pegoteándome más y aplastando el popo.
Rojo de la vergüenza y aun sujetando el pañal asentí con la cabeza.
-¿Y también te hiciste pipi? –Negué con la cabeza - ¿Qué esperas, bebé? No vamos a desperdiciar dos pañales.
Hacerlo no me costó, puesto que tenía ganas. Con un poco de esfuerzo salió todo el pipí acumulado. El pañal realmente se infló y se puso más pesado y debí tirar con más fuerza para que no se me salga. Tomó una tonalidad amarillenta mezclada con marrón.
Me llevó a mi cuarto, en el camino fui perdiendo un popo de popo y sentí como algunas gotitas de pipi se escurrían entre mis piernas. Desplegó un enorme cambiador y me hizo recostar en él. Desprendió el pañal y un olor aún más fuerte invadió toda la habitación.
-¡Guau, bebé! Esto es mucho popo.
Con muchas toallitas húmedas, mucha paciencia, y mucho amor, me fue limpiando. Me colocó crema para evitar las paspaduras. Me acomodó un pañal debajo de la cola, lo roció de talco y a mí también. Finalmente cerró el pañal, me sentí tan limpió cuando estuve cambiado.
Pero mi mami, tenía aún muchas cosas pensadas para mí. De la bolsa sacó unas maderas y desplegó un corralito y me hizo ingresar en él. Me tomó fotos a pesar de mi rechazo.
-Son solo para mí, bebé. Para recordarte cuando me vaya.
Cerca de una hora después fue hora de mi baño. Llenó la tina agua tibia y luego me quitó la ropa. Tocó un poco el pañal y lo notó más pesado.
-Bebé  ¿te habías hecho pipí de nuevo? –Asentí con la cabeza – ¡Qué bebé, más lindo! –me dio muchos besitos en la panza. Mientras me bañaba me seguía hablando como a su bebé.
Hubo un nuevo pañal después del baño, y me dio de comer un alimento de bebé.
Cuando llegó la noche, me encontraba cansado, pero como era de costumbre el descanso me era esquivo.
-Ya es hora de que duermas, bebé.
Con pocas palabras y voz aniñada le expliqué mi problema. Mi “mami me miró preocupada.
-¡Ya sé! –exclamó al fin.
Se sentó en un sillón y me ofreció ponerse en su regazo. Cuando estuve en posición, sacó su pecho y me lo ofreció.
-No, eso no –apenas balbuceé.
-Shh, veras que te ayudará.
Con dudas abrí la boca y dejé entrar el rosado pezón, y como si se tratara de una mamadera empecé a succionar. Por supuesto no había leche, pero aquello logró calmarme. Al tiempo que yo succionaba, mi mami entonaba una dulce canción de cuna y me daba ligeros golpecitos en la cola por encima del pañal. Poco a poco el sueño me fue entrando y finalmente me dormí.
A la mañana cuando me desperté estaba solo, encontré una carta que decía:
“Bebé, mamí se tuvo que ir. Al lado de la carta te dejó un pañal, dormido te hiciste mucho pipi”.
Algo triste me cambié el pañal y rememoré el glorioso día anterior.
Cerca de la tarde alguien llamó a mi puerta y me sorprendí al ver de nuevo a mi alumna
-¿Listo para otro día de juego con mami, bebé? -exclamó mientras mostraba una gran bolsa de pañales.
Así fue como por accidente, me transformé en el más dulce de los bebés.


5 comentarios:

  1. Tengo una pregunta un poco fuera de tema. Hace mucho (en una Navidad) habían publicado una imagen deseándonos feliz Navidad. Todavía tienen esa imagen? Era de una chica morocha con un pañal, creo que sentada, y con un árbol de Navidad detrás. Me acuerdo que estaban en el facebook antes de que lo eliminen. Todavía la tienen?

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    1. Hola ammigo, si en algún momento se publico todavía la tengo guardada. El tema es rastrearla y encontrarla, pero calculo que sí.

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    2. La cosa es que no fue publicada como historia ni como mini (y encima en el facebook, que fue eliminado), entonces no sé si todavía la tienes. Si puedes obtenerla, estaría genial. Si no la encuentras, pues aun así gracias por tu tiempo, y por crear estas historias

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    3. Holaaaa amigo que ha pasado, saludos, ace mucho que no te vemos, que cuenta de instagram tienes

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